Un San Martín en el primer tiempo, otro San Martín en el complemento. Esta síntesis condensa la producción del Verdinegro en su segunda presentación en la Fase Reválida de la Primera Nacional. Esa dualidad le terminó costando no haberle ganado a un Barracas Central que fue aplicado todo el partido pero que en el complemento, sólo aguantó a San Martín para terminar llevandose un empate sin goles. Párrafo aparte para el juez Diego Ceballos que en dos polémicas decisiones privó al conjunto de Ferrari de la opción de dos penales a favor, con las infracciones a Bruno Rodríguez y a Matías Giménez, cuando se moría el partido.
Pero en el análisis de lo que fue la sensación amargo de San Martín de no haber podido ganar otra vez como local hay que empezar por el pobre primer tiempo del equipo sanjuanino. Desde lo colectivo fue sólido pero desde lo futbolístico nunca encontró la manera de romper el cerco que le propuso Barracas y su orden. A los 10″ entusiasmó San Martín con un zurdazo de 25 metros de Lucas Campana que el arquero Monllor sacó al corner. Fue la única de peligro del Verdinegro porque después se diluyó en intentos largos, sin volumen de juego y facilitando la defensa visitante. Barracas tuvo las suyas en ese primer tiempo: un cabezazo de Estigarribia que se fue apenas desviado y luego una salvada providencial de Aruga cuando se aprestaba a definir Buter.
En el complemento hubo reacción desde el técnico Ferrari. Adentro Pablo Ruiz y con su ingreso, la dosis de juego que necesitaba el equipo para jugar de otra forma. Así, creció el tándem Molina-Berterame por la derecha y llegó más alimentación para Giménez y Campana. A los 15″ Campana tuvo el gol tras un centro de Molina pero su cabezazo fue a las manos de Monllor. San Martín era otro. Se vino encima de Barracas y Ruiz tendría su chance pero no pudo. Siguió llegando el Verdinegro. Ahora, ya tenía fluidez y presencia ofensiva pero no contundencia para acertar alguna de las que generó. Pasó un par de sobresaltos con errores no forzados que casi cuestan el gol de Barracas como cuando Hernández no controló bien un saque lateral y Buter quedó mano a mano con Cozzani.
Pero San Martín había despertado en esta segunda parte y quería ganarlo. Apuró, apretó, fue a buscarlo y generó las ocasiones. Se jugó Ferrari con los últimos cambios ya con Nacho González y Bruno Rodríguez en ofensiva y por muy poco no se le dio. Claro, la intervención polémica del juez del partido, Diego Ceballos, fue clave. A los 40″ Bruno Rodríguez quiso buscar un tiro libre de Ruiz en el área de Barracas y Cabrera no lo dejó girar, tumbándolo. Penal para todos, menos para el árbitro. Y en el mismo cierre, otra perlita cuando Matías Giménez controló en el área y González lo tocó. Otro penal, no cobrado.
Fuente: DIARIO DE CUYO